miércoles, 18 de septiembre de 2013

CAPÍTULO 22

¿Hola? ¿Hay alguien? –entonces reconocí la voz y era la de mi madre que bajaba hacia el sótano con una linterna-.
En esos momentos no sabía que hacer, mi madre no me podía ver que estaba en el sótano con Dani y encima me tenía prohibido bajar al sótano.
-¡Corre Dani! Escondamosnos que es mi madre y no nos puede ver- le dije en voz baja y buscando un sitio donde escondernos-.
Nos escondimos detrás de unos trastos que habían debajo de la escalera. Mi madre, al bajar al sótano como teníamos la luz apagada, nos apagó la luz. Subimos las escaleras del sótano como pudimos y Dani se fue al hotel y yo a mi habitación.

{…}

Me desperté y eran las doce, otra vez me había quedado dormida…Me cambié y fui abajo y me encontré a mi madre.
-Buenos días mamá.
-¿Buenos días? Yo diría buenas tardes –me dijo doblando la ropa que había planchado-.
-Hoy es Lunes, ¿Por qué no has ido a trabajar? –le pregunté algo extrañada ya que ella trabajaba de Lunes a Viernes-.
-¿Qué no te lo ha dicho papá? –dejo de doblar la ropa y se me quedó mirando-.
-¿Decirme el que? –dije haciendo una mueca de no saber nada-.
-Pues que ayer llamé al instituto cuando os fuiste al hotel y llamé al de Madrid y ya estás matriculada en el instituto de allí. Y también llamé a la dueña de la casa donde trabajaba para decirle que ya no voy a ir más, que nos íbamos a vivir a Madrid. Le dije a tu padre que te lo dijera él porque yo me acosté muy pronto y tu aún no habías venido.
-Pues a mi papá no me ha dicho nada. ¿Y cuando nos vamos a vivir a Madrid?
-Pues mañana mismo, por eso le dije a tu padre que te lo dijera cuanto antes, para hacer las maletas. Habían más compradores interesados en la casa y si no la comprábamos nos  quedábamos sin casa. Ya he contactado con el vendedor y nos dijo que hoy mismo o mañana, si tardábamos más la compraban otros.
-¿Y que harás con esta casa?
-Pues la pondremos en venta, aunque no creo que se venda, pero si conseguimos venderla el dinero nos vendría bien para pagar la casa de Madrid.
Me quedé pesando en todo lo que había en el sótano, ¿dónde lo guardaría? ¿Lo iba a tirar? Aunque lo importante era que me mudaba a una casa mil mejor en la que estaba yo. 
-Por cierto, mañana salimos a las ocho de la mañana, los chicos se vendran con nosotros.
Asentí con la cabeza y me acordé de Dani y los chicos y se lo tenía que contar cuanto antes y llamé a Dani.

***Llamada telefónica***
-¿Danielo?
-Sí, soy yo –sonrió-.
-¿Estás con los demás?
-Sí, están aquí conmigo.
-Pon el altavoz.
-Vale. Ya lo tengo puesto, ¿Qué pasa?
-¡Mañana ya me voy a vivir a Madrid!
-¿Enserio? –preguntó Carlos sorprendido y Alvaro hizo una risa de borde-.
-Alvaro, ¿Por qué te ríes?
-Porque yo ya lo sabía –dijo Alvaro-.
-¿Y no nos dices nada? ¡Que cabrón! –dijo David riéndose y se escuchó que le dio una colleja-.
 -Alguien tenía que darle el número del vendedor de la casa y encontrarles trabajo,¿no? –dijo Alvaro-.
-Es verdad –asentimos todos riéndonos-.
-Bueno chicos, os dejo que tengo que hacer la maleta que mañana salimos a las ocho de la mañana.
-No tendrás bastante tiempo para dormir¿eh? Con lo dormilona que eres –dijo Blas bromeando-.
-Ya lo se –dije riéndome- ¡Adiós chicos! ¡Nos vemos mañana!
-¡Adiós! –dijeron todos-.
***Fin llamada telefónica***

Cuando colgué mi madre me llamó para comer y cuando acabé, hice la maleta. No tardé mucho en hacer la maleta ya que no tenía mucha ropa. Terminé de hacer la maleta y fui a despedirme de mis amigas y amigos del instituto.

{…}

***Narrado por Carlos***
A las siete de la mañana fuimos Alvaro,David y Blas a casa de____. Su madre de ____ nos dijo que su hija estaba durmiendo; pero que ya era hora que se despertase ya que no tardaríamos en ir a la estación.
-____, despierta, tenemos que coger el tren –dije moviendola de la cama con el brazo-.
-¿Qué hora es? –dijo tapándose con las mantas y sin abrir los ojos-.
-Son las siete, vístete que nos vamos dentro de poco.
-No, déjame dormir un poco más –dijo pegando la vuelta y dándome la espalda-.
-Vamos ____, que llegaremos tarde.
-Mamá, quiero dormir.
-¿Mamá? -me quedé extrañado-. Dani está abajo esperándote –dije con voz de borde-.
-¿¡Dani!?¿¡Dónde!? –se levantó tan rápido de la cama que se cayó al suelo y se despertó del todo-no tiene gracia –dijo levantándose del suelo-.
-Vamos hija, tienes que cambiarte –dije sacándole la lengua-.
-¿Hija?
-No sé –me reí- cómo me has llamado mamá…
-Tonto –se rió y me dio una colleja- ¿Y Dani?
-No lo sé, me dijo que no tardaría en venir.

***Narra ____***
Se me hacía raro que Dani no viniese, ya que él era puntual. No le di importancia y me duché para despejarme un poco y después me arreglé.

Esperamos a Dani en mi casa, pero no venía. Lo llamamos varias veces pero se ponía el contestador y no contestaba.
-¿Y Dani?¿Porqué tarda tanto? –preguntó mi padre mirando las maletas-.
-No lo sabemos, nos dijo que no tardaría en venir –dijo David mirando el suelo-.
-Él es el que nos tenía que llevar a la estación, pero si no viene llamaremos a un taxi para que nos lleve y los esperaremos allí –dijo mi madre y cogió las maletas-.
Llamamos a un taxi y nos llevó a la estación.
-David, tengo miedo, ¿y si le ha pasado algo malo? –dije acercándome a él y hablándole sin que los demás se diesen cuenta-.
-____ estate tranquila, va a venir –me dijo muy seguro de lo que dijo-.
-¿Estas seguro? –le pregunté mirando entre toda la gente que había-.
-Claro, seguro que viene.

-Oye, será mejor que vayáis entrando y dejando las maletas –dijo mi madre entrando por la puerta del tren-.
-¿Y Dani? –dije preocupada y mirando a David-.
-No tardará en venir –dijo Blas-.
Pusimos las maletas en el tren y nos sentamos, yo sólo miraba por la ventana para intentar ver si lo veía, pero no lo veía.
De repente, vi a alguien rubio con unos pantalones cagados amarillos y una camiseta blanca. Nada más mirarlo supe que era Dani y salí corriendo del tren para decirle que estábamos en ese tren ya que miraba para todos lados buscándonos.
-¡Daaaaaaani! –le dije gritando saliendo del tren-.
En seguida me vio y vino corriendo hacia mi.
-Vamos, sube que se va el tren, es ese de allí –dije después de que me diera un abrazo-.
-Sí, vamos –dijo cogiéndome de la mano y llevándome hacia el tren-.
De repente vi que David, Alvaro, Carlos y Blas se pusieron a dar golpes al cristal desde dentro del tren queriéndonos decir algo.

No les hice mucho caso y cuando quise entrar al tren con Dani, cerraron la puerta, el tren se iba y no pudimos entrar al tren.