miércoles, 8 de enero de 2014

CAPÍTULO 36

Cuando acabé de desayunar levanté la taza en la que tenía la leche y la dejé en el fregadero.
En ese momento, tocaron al timbre.
-Yo voy -dije dirigiéndome a la puerta-.

Abrí la puerta y eran...
-No quería decírtelo antes porque no sería una sorpresa -sonrió- Ya sabes, este es Nathan -dijo Dani-.
Me quedé asombrada, me pensaba que tendría unos nueve o diez años pero no. Cuando hablé con él por teléfono parecía voz de niño de diez años. Pero tendría la edad de Dani o por ahí... Debo reconocer que era guapísimo.
Me quedé mirándolo y se lanzó a abrazarme.
-No sabes lo feliz que estoy ahora... Saber que tengo una familia es lo mejor que me ha podido pasar... -dijo Nathan entre sollozos-.
-Te quiero muchísimo -le dije susurrándole al oído-.
-Yo más. ¿Y mamá y papá? -se despegó de mi-.
-Están dentro.
En seguida que le dije esto entró a casa.

-¿Mamá? -se quedó mirando a mi madre-.
-¿Nathan?
-Si, soy yo -en cuanto le dijo eso le abrazó y no pudo evitar llorar-.
-¿Qué es lo que está pasando? -dijo mi padre recién levantando que apenas podía abrir los ojos del sueño que tenía-.
-Papá, él es Nathan.
Mi padre se fregó los ojos y abrió los ojos más aún y se quedó mirando a Nathan.
-¿¡Nathan!? -se quedó asombrado- Ven aquí hijo mío -le dio un abrazo muy fuerte- Pero nos dijeron que tú habías muerto...
-Pues eso es mentira, porqué aquí me ves, más vivo que nunca -sonrió Nathan-.
-¿Y cuántos años tienes? -le pregunté-.
-Diecinueve.
-Tres años más que yo -le sonreí-.
-¿Y el instituto? ¿Hoy no tienes? -preguntó mi madre-.
-No, yo no voy al instituto, ya tengo diecinueve años mamá -se rió- voy a la universidad pero por suerte, esta semana como eran fiestas en mi ciudad no habían clases y pues he venido.

{...}

Estuvimos hablando durante un rato hasta que Nathan se fue a su habitación y deshizo las maletas.

{...}

Dani fue a por sus maletas y bajó con los chicos para ir al aeropuerto. Nathan y yo los esperábamos en la puerta.
-Hola chicos -los saludé a todos dándole dos besos-.
-Tú debes de ser Nathan, ¿no? -dijo Carlos- ayer nos lo contó todo Dani- Yo soy Carlos.
-Sí, encantado.
Se presentaron todos.
-Si queréis os puedo llevar al aeropuerto -dijo Nathan-.
-¿Tu conduces? -me quedé sorprendida mirándole-.
-Claro.
-¿Y te han enviado el coche desde Francia?
-Sí.
-Pero el problema es que no cabemos todos -dijo Alvaro-.
-Oh Alvarito, que listo eres -dijo David burlándose de Alvaro-.
-Tonto -se rió y le dio una colleja no muy fuerte-.
-Pues si queréis os vais ____, Dani, Alvaro y David y Blas y yo nos vamos en un taxi.
A todos nos pareció bien y nos fuimos en el coche de mi hermano, era un mercedes.
 En cuanto llegamos a el aeropuerto llamamos a Carlos y Blas para saber donde estaban hasta que quedamos donde salía el avión y allí nos los encontramos.
-Dani no quiero que te vayas -le dije abrazándole-.
-Sabes que si pudiera me quedaría contigo, a tu lado.
-Te voy a echar de menos.
-Y yo a ti pequeña -me abrazó más fuerte-.
-Madre mía, tan solo no os veréis hasta dentro de un mes, os despedís como si no os fueseis a ver nunca más -dijo Carlos-.
-¡Carlos! -le pegué flojo en el brazo-.
-¡Au! -se quejó-.
-Pero mira que eres tonto, ¿eh? -le alboroté el pelo-.
-Te voy a echar de menos -se me lanzó a abrazarme-.
-Pues yo a ti no.
-¿Ah no? -dijo alzando una ceja-.
-Pues claro que si tonto, os echaré de menos a todos -le sonreí-.
-¡Es vuic molt!
-Ains ese Alicantino hablando valenciano. ¡Jo més! -le di un beso en la mejilla-.
-Pues no me he enterado de nada -dijo David riéndose-.
-Pues 'es vuic molt' significa 'te quiero mucho' y pues lo que le he contestado se entiende. Lo he dicho bien, ¿no Carlos? -miré a Carlos y él asintió- si es que tengo a un profesor que me enseña el valenciano perfectamente.
-¿Y a mi también me echarás de menos? -dijo Blas con cara de cachorrito-.
-¡Pues claro! -le abracé- Cuídate y controla a Carlos con el chocolate -dije en voz alta para que me escuchara Carlos-.
-Lo aré, lo aré -dijo Blas riéndose y mirando a Carlos-.
-Eh, que os he escuchado -dijo Carlos poniendo cara de niño enfadado y nos reímos todos-.
-Te echare de menos chiquitita. Te quiero mucho.
-Y yo Blasito -le agarré de los mofletes y me dio un beso en la mejilla-.
-Bueno Alvaro, lo mismo te digo, cuídate mucho y quiero verte siempre con esa sonrisa, ¿eh? -dije abrazándolo-.
-Mientras esté feliz la tendré.
-Siempre serás feliz, te lo aseguro. Te echaré de menos.
-Y yo _____ -dijo besándome la mejilla- Te quiero.
-Y yo smiler -le sonreí-.
-Y por ultimo David, no hagas muchas locuras, ¿eh? -me abrazó-.
-Será difícil -se rió-.
-Pastelito, te echaré de menos.
-Yo más, te quiero mucho.
-Y yo.

De repente, se escuchó que dijo que el próximo vuelo salía en menos de cinco minutos.
Mientras Nathan se despedía de los demás, me volví a despedir de Dani.
Lo abracé poniendo mi cabeza en su pecho.
-Sabes que si tengo algún rato libre vendré a verte y espero venir en San Valentín que falta poco.
-¿De verdad? -alcé la cabeza y le miré-.
-Pues claro, no lo dudes.
Seguía abrazándolo pero no pude evitar llorar, aunque fuese más de un mes se me haría eterno.
-Pequeña, no llores -cogió mi cara con sus manos y me limpió las lágrimas con sus dedos- Cualquier cosa llámame, ¿vale? -Yo sólo asentí- Te quiero muchísimo, no lo olvides -me susurró al oído-.
-Te amo -le abracé aún más fuerte-.
-Espera –dijo Dani abriendo la maleta y se sacó una camiseta- toma, para que la uses para dormir y así te acordarás de mi –extendió la mano dándome la camiseta-.
-Siempre me acordaré de ti –le miré a los ojos-.
-Te quiero –me besó tiernamente-.
-Yo más –me abrazó frotándome la espalda-.

-Dani, corre o perdemos el avión y no podemos perderlo porque Magí se enfadará –dijo Blas avisando-.
-Si, ya voy.
-Te quiero –me volvió a besar- Cuídate, te amo. Eres perfecta.
-¡Yo más!
-Cuida a ____ de mi parte, ¿eh? –le dijo Dani a Nathan-.
-Tranquilo que yo la cuido –dijo Nathan rodeándome con un brazo por detrás de la espalda y besándome la frente- ¿Vamos? –me dijo en cuanto entraron al avión-.
-Sí.
Fuimos al coche pero de camino al coche nos encontramos a alguien que no esperaba encontrarme ni quería encontrarme.
-¿Qué haces aquí?

-Que estabas, ¿despidiéndote de ‘los Auryn’? –remarcó las comillas en un tono burlesco-.