miércoles, 27 de agosto de 2014

CAPÍTULO 6 {2ª TEMPORADA}

-¿Como estás Nathan? -le di un abrazo.
-¿Nathan? -dijo con un hilo de voz.
-Sí, Nathan. ¿No te acuerdas? Ese es tu nombre -empecé a preocuparme.
-No -negó- ¿tu quien eres?
-Malditos médicos, me dijeron que estabas bien.
-Tranquila ______.
-Serás imbécil, ¿tu sabes el susto que me has dado? -reímos los dos- ¿qué tal? ¿como te encuentras?
-No bien del todo, me cuesta mover algunas partes del cuerpo, pero dentro de lo que cabe: pues bien -suspiró.
-¿Y esa cara?
-No te imaginas las ganas que tengo de marcharme de aquí y ir a casa.
-Ya, te entiendo, pero dentro de unos días te pondrás bien, créeme -froté suavemente su brazo- Y cuéntame, ¿que fue realmente lo que sucedió?
Carlos que estaba detrás de mi, intervino en nuestra conversación.
-Había un gran festival aquí en Madrid, así que decidimos ir ya que teníamos la agenda vacía. Nathan llevaba el coche, David iba de copiloto mientras que yo iba en el asiento trasero. Estábamos de camino para recoger a Blas y Álvaro, que nos esperaban a la puerta de casa. Serían como las diez o once, no recuerdo muy bien y nos situábamos por una carretera en la que a penas había luz y en cuanto Nathan puso la luz larga, vio como un coche se dirigía en sentido contrario, hacia nosotros. Él intentó hacer una maniobra y esquivar el coche, pero la maniobra salió mal. Se desvió hacia su izquierda, pero no nos percatamos de que había un pequeño barranco a lado, el coche volcó y chocó contra un árbol y como no, los cristales del coche saltaron sobre nosotros, Yo me pude cubrir con los brazos, pero a David y a Nathan les fue imposible. Ellos quedaron inconscientes mientras que yo intenté sacar el móvil de mi bolsillo y avisar a alguien cuanto antes. No podía moverme, así que tuve que permanecer en el coche hasta que vino la ambulancia a socorrernos. Lo mío no fue muy grave, me operaron del menisco, pero ellos, tuvieron más de una fractura sobretodo en partes delicadas como la cabeza y el cuello.

{...}

-¡Hola chicos! -dije en cuanto entré- ¿hoy quien cocina? -dije mientras dejaba mi bolso encima de la mesa.

-La parejita -dijo Blas con una risa burlona.
Miré que Andreea y Álvaro estaban sentados en el sofá, tan campantes.
-Deberíais empezar ya, son más de las diez -los miré. Ellos, confusos, se giraron para saber si me dirigía a ellos.
-No, nosotros esta vez no cocinamos -sonrió Andreea.
-¿Entonces quien?
Me dirigí a la cocina para ver el estruendo que había.
-Hola _____ -saludó Rocío simpaticamente.
-¡Hola! ¿Desde cando estás aquí? No te había escuchado entrar.
-Ya veo ya, con el escándalo de la batidora y eso...imposible darse cuenta -sonreí.
-Por cierto chicos, ¿desde cuando sois pareja? No me había percatado de ello.
Rocío y Carlos se miraron y estallaron a reír.
-En dos semanas haremos año y medio -dijo Carlos sonriente.
-Como pasa el tiempo -me sorprendí- que duréis mucho y cuidado con la pizza, no se os queme.
-Es verdad -Rocío sacó unas de las pizzas del horno- gracias por tu advertencia -sonrió.

 -Ya se echaban de menos comer en familia -Álvaro rompió el silencio una vez que estábamos todos sentados en la mesa.
-¿Familia? -respondió Evelyn.
-Quieras o no, somos una familia no, ¿no? siempre permaneceremos unidos.
-Cierto, pero faltan David y Nathan, para completarla del todo -añadió Gema.
-¿Y cuando es que les daban el alta? -preguntó Rocío.
-Mañana por la tarde, si no recuerdo mal.
-Sí, mañana -asintió Carlos.
-Genial, podríamos prepararles alguna fiesta, aquí en vuestra casa.
-Rocío, no te adelantes tanto, que tuvieron un accidente con un coche, no con un triciclo, tendrán que recuperarse, ¿no? Además, hay vecinos, no creo que montemos la fiesta aquí -dijo Evelyn.
-Pero llevan ya un mes, creo que estarán lo suficiente bien, ¿no creéis? y si lo creéis conveniente, podemos hacerla en mi casa, creo que es lo suficientemente grande para hacerla -Rocío nos miró a todos.
-Supongo que una fiesta no les vendría mal -dio la razón Blas.
-Opino lo mismo, seguro que se alegrarán. Cada uno que se ocupe de una cosa y para mañana lo tendremos ya listo -dijo Gema.
Nos organizamos nuestro cargos en la fiesta y terminamos de cenar.
-Por cierto, no me había dado cuenta de que Miriam no estaba, que cabeza la mía; ¿donde está? -miré a mi alrededor para asegurarme de que no estaba.
-Ha ido con la pequeña Mery a visitar a David, que por cierto, debería estar ya aquí -Blas miró el reloj que colgaba de la pared del salón.
¿Mery? Me pregunté, intenté averiguar en mi misma quien podría ser, pero no recordaba de que David tuviese primas o hermanas. Enseguida me acordé de aquel día, más o menos hace un mes; cuando llegué al hospital junto con Dani para ver a Nathan y a David. Miriam llevaba una niña de un año, más o menos, pero con los nervios, no se me pasó por la cabeza preguntar quién era. Dando vueltas a mi cabeza, recordé aquella noche en la que Miriam se acotó con Carlos por no ir consciente de lo que hacía. La niña tenía poco más de un año y aquello paso hace... ¡poco más de año y medio! ¿Aquella sería la hija de Miriam y Carlos?

-Vaya Miriam, por fin vienes, estábamos preocupados por ti, ¿porqué te has retrasado tanto? -dijo Andreea preocupada.
En cuanto vi entrar a Miriam, salí de mis pensamientos y me centré en la pequeña que traía cogida de la mano.
-Lo siento, le había traído la cena a David y a Nathan ya que no les gustaba la cena del hospital, que por cierto, os mandan saludos.
-Hola Mery -Carlos abrió los brazos para darle un abrazo y la pequeña fue corriendo hacia él.
No cabía duda, Mery era hija de Carlos y Miriam, ¿o a caso me equivocaba? Reuní a Miriam para hablar con ella solas y se lo pregunté.