Antes que nada, quería decir que lo siento por no subir tan a menudo, pero a partir de ahora subiré más a menudo. Me he organizado y a partir del Lunes 21 de Julio subiré capítulos nuevos LUNES, MIERCOLES Y VIERNES (el Lunes 21 también subiré cap), más o menos, intentaré subirlos a partir de las 12 del mediodía. Cualquier duda, me lo podéis decir por twitter (@SrtaAvenue) Gracias por leer! OS AMO! 
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-¿De dónde has sacado esto?
-En un quiosco donde venden periódicos de varias partes del mundo. Pero dejemos eso estar, tu ya no le quieres, ¿no? Pues ya está. Y cambiando de tema, tenemos que irnos ya, Ari, Yaiza, Albert, Jacob y los demás están abajo esperándonos para irnos -Ryan miró a Eve haciéndole un gesto con la cabeza para irnos.
-Pues creo que tendréis que esperar -dije muy decidida.
-¿Esperar? ¿Qué piensas hacer? -me preguntó Ryan.
-¿Tu qué crees? -subí a mi habitación.
Eve se bajó por ordenes de Ryan y Ryan subió tras de mi.
Saqué la maleta y metí un poco de ropa.
-_____ no, para, no puedes irte así, por eso.
-¿Qué no? No me pongas a prueba.
-Pero _____, ¿de qué te sirve ir allí?
-¿Que de qué me sirve? -tiré la prenda de mal forma en la maleta- sí, sé que me peleé con ellos, pero Auryn sigue siendo mi grupo favorito, pase lo que pase, y no me da la gana de que por una niña caprichosa se separe un grupo que cada vez trinufa más, ¿lo entiendes?
Salí de mi habitación con la maleta, pero Ryan me cogió del brazo.
-Deberías pensarlo bien.
-¿Pensarlo? Ya lo tengo pensado, viajaré a España hoy mismo.
-Damela la maleta, yo te ayudo -me cogió la maleta y me ayudó a bajarla por las escaleras- bajemos bajo, tengo el coche aparcado en frente, yo te llevaré a comprar el billete de avión.
Bajo, donde me esperaban todos, me despedí de mis amigos y subí al coche. Ryan subió la maleta y arrancó.
-Esperate aquí en el coche, ahora vengo.
Me quedé en el coche esperando a Ryan mientras él compraba el billete de avión.
-Toma, tu billete -me dijo abriendo la puerta del coche.
-¿Y el otro billete?
-Iré contigo, no puedo dejarte ir sola.
-¿De verdad? -él asintió y sonrió- gracias, no tenías porqué acompañarme -le abracé.
-Tenemos que ir al aeropuerto, el avión sale en cinco horas, pero cuando compré el billete, me dijeron que fuese antes, porque a veces el vuelo se podía adelantar hasta más de una hora.
Nos pusimos el cinturón y a la media hora, llegamos al aeropuerto.
El aeropuerto se llamaba LAX, y era muy conocido por su ''Theme Building'', un edificio futurista que adopta la forma de un platillo volante.
A parte de que era inmensamente grande, tenía muchísimas tiendas y cafeterías en las que estaban llenas de gente.
Era por la mañana y no había desayunado, por lo que tenía muchísima hambre.
-Ryan, ¿podemos ir a aquella cafetería? Me muero de hambre -apreté mi tripa.
-Claro, coge sitio y yo pediré el desayuno, ¿qué quieres?
-Un café solo, y un par de magdalenas.
-¿Un café? Estás en Los Ángeles, no en España -rió- déjame traerme un desayuno que de seguro te va a gustar.
Cogí una mesa, al lado de la ventana, donde se podía apreciar la cuidad de Los Ángeles, era preciosa.
Al rato, Ryan vino con ambas bandejas de comida, una en cada mano.
-Espero que te guste -me sirvió la bandeja en la mesa.
-¿Qué es? -pregunté, no sabía lo que era, pero sólo verlo tenía muy buena pinta.
-Son panqueques, llevan miel por encima.
-Haré un esfuerzo en probarlo, porque la miel no me gusta.
-Tu pruebalo, seguro que te gustará.
Era un plato con una buena presentación; habían cuatro panqueques, uno encima de otro y en la cima, había miel; y rodeando el plato, habían unas fresas con nata y chocolate. Probé los panqueques, eran parecidos a la pasta de un crep, pero la masa del panqueque era mucho más gruesa y con mucho más sabor y en cuanto a la miel, era diferente a la de mi país, tenía un sabor diferente y estaba buenísima. Se me hacía la boca agua con solo probar aquel plato americano.
-Ryan, no se de qué están hechos los panqueques, pero me encantan, me pasaría el día comiéndolos.
-Fácil, sólo llevan huevo, margarina y leche. Son muy típicos en América, todo el mundo sabe hacer.
-¿Tú sabes hacer? -él asintió- pues tienes que enseñarme a hacerlos, están riquísimos. Aunque, ¿sabes? Yo pensaba que en América sólo desayunabais bacon y comida basura.
-Ryan se rió fuerte- eso solo lo dice la gente que nunca ha viajado a América, sobretodo a Estados Unidos, donde todos suelen decir eso y que el mayor porcentaje de población es obesa, pero eso es mentira, aunque es cierto, aquí muchos platos los combinamos con bacon, pero de vez en cuando, no a menudo como todos piensan.
-Pues yo estaba totalmente equivocada.
-Y tanto -rió- aún te falta por probar mucha comida Americana, de seguro que se te caerá la baba -se volvió a reír.
-Cuando viajemos a España te llevaré a comer comida típica de allí, de seguro que te encantará.
-Seguro, me encanta probar la comida de diferentes países. Y ahora que hemos terminado de desayunar, podríamos ir a dar una vuelta por las tiendas.
Ryan dejó una propina en la mesa, típico en América, y fuimos a ver tiendas.
-¡Mira aquel vestido! -cogí a Ryan de la mano y lo lleve al escaparate donde estaba el vestido- es precioso.
-¿Te gusta?
-Me encanta, es...en fin... perfecto. Pero es muy caro y el dinero que llevo no me lo puedo gastar todo. Mejor voy otra tienda. Vayamos a aquella, allí hay cosas de mejor precio -señalé la tienda.
Fuimos a la tienda y cogí varias prendas. Fui a probármelas mientras Ryan miraba ropa en la sección de hombres.
Me probé la ropa, me la compré y busqué a Ryan en la tienda, pero no estaba, salí fuera y estaba Ryan, con una bolsa.
-¿Te has comprado algo? -miré su bolsa y él sonrió.
-Es para ti -me entregó la bolsa.
Saqué lo de la bolsa y era el vestido que acaba de ver y que me había gustado tanto.
-¡Gracias Ryan! -le abracé.
{...}
-El vuelo 537 saldrá en unos minutos -anunciaron por megafonía.
-Corre, ¡vamos o perderemos el vuelo! -Ryan me cogió de la mano y corrimos hasta llegar donde salía el avión.
Ryan le enseñó los pasaportes a la azafata pero los interrumpí.
-Espera, necesito ir al baño.
-No hay tiempo, el vuelo va a salir ya. Puedes ir al baño del avión.
-Es solo un momento.
-Señorita, date prisa o saldremos sin usted -dijo la azafata- y usted -se dirigió a Ryan- debe entrar ya.
-No voy a entrar sin ella.
-Entre, no me haga llamar a seguridad.
Fui corriendo al baño. Era un baño para mujeres y hombres. ''Ya podría haber un baño diferente para mujeres y otro para hombres'' pensé. En fin, entré al baño y en salir me lavé las manos, alcé la mirada y vi a Dani por el cristal, estaba plantado, detrás de mí.
-¿Dani? -me sentí confusa- no puede ser -puse agua en mis manos y me lavé la cara, volví a mirar a través del cristal. Dani seguía detrás de mi. Pero todo esto tenía que ser imaginación mía porque en verdad, no podía ni ver a Dani en pintura.
-_____, te he echado tanto de menos.
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-¿De dónde has sacado esto?
-En un quiosco donde venden periódicos de varias partes del mundo. Pero dejemos eso estar, tu ya no le quieres, ¿no? Pues ya está. Y cambiando de tema, tenemos que irnos ya, Ari, Yaiza, Albert, Jacob y los demás están abajo esperándonos para irnos -Ryan miró a Eve haciéndole un gesto con la cabeza para irnos.
-Pues creo que tendréis que esperar -dije muy decidida.
-¿Esperar? ¿Qué piensas hacer? -me preguntó Ryan.
-¿Tu qué crees? -subí a mi habitación.
Eve se bajó por ordenes de Ryan y Ryan subió tras de mi.
Saqué la maleta y metí un poco de ropa.
-_____ no, para, no puedes irte así, por eso.
-¿Qué no? No me pongas a prueba.
-Pero _____, ¿de qué te sirve ir allí?
-¿Que de qué me sirve? -tiré la prenda de mal forma en la maleta- sí, sé que me peleé con ellos, pero Auryn sigue siendo mi grupo favorito, pase lo que pase, y no me da la gana de que por una niña caprichosa se separe un grupo que cada vez trinufa más, ¿lo entiendes?
Salí de mi habitación con la maleta, pero Ryan me cogió del brazo.
-Deberías pensarlo bien.
-¿Pensarlo? Ya lo tengo pensado, viajaré a España hoy mismo.
-Damela la maleta, yo te ayudo -me cogió la maleta y me ayudó a bajarla por las escaleras- bajemos bajo, tengo el coche aparcado en frente, yo te llevaré a comprar el billete de avión.
Bajo, donde me esperaban todos, me despedí de mis amigos y subí al coche. Ryan subió la maleta y arrancó.
-Esperate aquí en el coche, ahora vengo.
Me quedé en el coche esperando a Ryan mientras él compraba el billete de avión.
-Toma, tu billete -me dijo abriendo la puerta del coche.
-¿Y el otro billete?
-Iré contigo, no puedo dejarte ir sola.
-¿De verdad? -él asintió y sonrió- gracias, no tenías porqué acompañarme -le abracé.
-Tenemos que ir al aeropuerto, el avión sale en cinco horas, pero cuando compré el billete, me dijeron que fuese antes, porque a veces el vuelo se podía adelantar hasta más de una hora.
Nos pusimos el cinturón y a la media hora, llegamos al aeropuerto.
El aeropuerto se llamaba LAX, y era muy conocido por su ''Theme Building'', un edificio futurista que adopta la forma de un platillo volante.
A parte de que era inmensamente grande, tenía muchísimas tiendas y cafeterías en las que estaban llenas de gente.
Era por la mañana y no había desayunado, por lo que tenía muchísima hambre.
-Ryan, ¿podemos ir a aquella cafetería? Me muero de hambre -apreté mi tripa.
-Claro, coge sitio y yo pediré el desayuno, ¿qué quieres?
-Un café solo, y un par de magdalenas.
-¿Un café? Estás en Los Ángeles, no en España -rió- déjame traerme un desayuno que de seguro te va a gustar.
Cogí una mesa, al lado de la ventana, donde se podía apreciar la cuidad de Los Ángeles, era preciosa.
Al rato, Ryan vino con ambas bandejas de comida, una en cada mano.
-Espero que te guste -me sirvió la bandeja en la mesa.
-¿Qué es? -pregunté, no sabía lo que era, pero sólo verlo tenía muy buena pinta.
-Son panqueques, llevan miel por encima.
-Haré un esfuerzo en probarlo, porque la miel no me gusta.
-Tu pruebalo, seguro que te gustará.
Era un plato con una buena presentación; habían cuatro panqueques, uno encima de otro y en la cima, había miel; y rodeando el plato, habían unas fresas con nata y chocolate. Probé los panqueques, eran parecidos a la pasta de un crep, pero la masa del panqueque era mucho más gruesa y con mucho más sabor y en cuanto a la miel, era diferente a la de mi país, tenía un sabor diferente y estaba buenísima. Se me hacía la boca agua con solo probar aquel plato americano.
-Ryan, no se de qué están hechos los panqueques, pero me encantan, me pasaría el día comiéndolos.
-Fácil, sólo llevan huevo, margarina y leche. Son muy típicos en América, todo el mundo sabe hacer.
-¿Tú sabes hacer? -él asintió- pues tienes que enseñarme a hacerlos, están riquísimos. Aunque, ¿sabes? Yo pensaba que en América sólo desayunabais bacon y comida basura.
-Ryan se rió fuerte- eso solo lo dice la gente que nunca ha viajado a América, sobretodo a Estados Unidos, donde todos suelen decir eso y que el mayor porcentaje de población es obesa, pero eso es mentira, aunque es cierto, aquí muchos platos los combinamos con bacon, pero de vez en cuando, no a menudo como todos piensan.
-Pues yo estaba totalmente equivocada.
-Y tanto -rió- aún te falta por probar mucha comida Americana, de seguro que se te caerá la baba -se volvió a reír.
-Cuando viajemos a España te llevaré a comer comida típica de allí, de seguro que te encantará.
-Seguro, me encanta probar la comida de diferentes países. Y ahora que hemos terminado de desayunar, podríamos ir a dar una vuelta por las tiendas.
Ryan dejó una propina en la mesa, típico en América, y fuimos a ver tiendas.
-¡Mira aquel vestido! -cogí a Ryan de la mano y lo lleve al escaparate donde estaba el vestido- es precioso.
-¿Te gusta?
-Me encanta, es...en fin... perfecto. Pero es muy caro y el dinero que llevo no me lo puedo gastar todo. Mejor voy otra tienda. Vayamos a aquella, allí hay cosas de mejor precio -señalé la tienda.
Fuimos a la tienda y cogí varias prendas. Fui a probármelas mientras Ryan miraba ropa en la sección de hombres.
Me probé la ropa, me la compré y busqué a Ryan en la tienda, pero no estaba, salí fuera y estaba Ryan, con una bolsa.
-¿Te has comprado algo? -miré su bolsa y él sonrió.
-Es para ti -me entregó la bolsa.
Saqué lo de la bolsa y era el vestido que acaba de ver y que me había gustado tanto.
-¡Gracias Ryan! -le abracé.
{...}
-El vuelo 537 saldrá en unos minutos -anunciaron por megafonía.
-Corre, ¡vamos o perderemos el vuelo! -Ryan me cogió de la mano y corrimos hasta llegar donde salía el avión.
Ryan le enseñó los pasaportes a la azafata pero los interrumpí.
-Espera, necesito ir al baño.
-No hay tiempo, el vuelo va a salir ya. Puedes ir al baño del avión.
-Es solo un momento.
-Señorita, date prisa o saldremos sin usted -dijo la azafata- y usted -se dirigió a Ryan- debe entrar ya.
-No voy a entrar sin ella.
-Entre, no me haga llamar a seguridad.
Fui corriendo al baño. Era un baño para mujeres y hombres. ''Ya podría haber un baño diferente para mujeres y otro para hombres'' pensé. En fin, entré al baño y en salir me lavé las manos, alcé la mirada y vi a Dani por el cristal, estaba plantado, detrás de mí.
-¿Dani? -me sentí confusa- no puede ser -puse agua en mis manos y me lavé la cara, volví a mirar a través del cristal. Dani seguía detrás de mi. Pero todo esto tenía que ser imaginación mía porque en verdad, no podía ni ver a Dani en pintura.
-_____, te he echado tanto de menos.
