Oí que tocaban el timbre, pero no me
levanté.
-____, voy yo a abrir la puerta –dijo
Lucas levantándose del sofá.
-Hola ¿Y tu quién eres?
-Yo soy Lucas, ¿y tu?
-Lara.
Me giré para ver quién era y vi a Lara
en la puerta de mi casa, pero, ¿Cómo?
-¿Que haces tu aquí? –le dije
levantándome del sofá y muy enfadada-.
-Nada, que como son vacaciones, le he
dicho a tu madre que si me podía quedar unos días aquí…
-Pues lo siento mucho, pero te estás
yendo de mi casa, guapa –dije cerrándole la puerta, entonces antes de que
cerrara la puerta, puso la mano en la puerta e impidió que la cerrara-.
-O me dejas entrar, o llamo a tú
madre. Tu verás –dijo poniéndome cara de rabia-.
No tuve de otra que dejarla entrar.
Lucas me dijo de ir a su casa, que
sería mejor.
-Lara, me voy a casa de Lucas. Te
quedas sola –le dije sacándole la lengua-.
-Pues me voy contigo –dijo dirigiéndose
a la puerta-.
-De eso nada, tú te quedas aquí.
Subí al coche de Lucas, y nos fuimos a
su casa.
-¡_______! –dijo mi mejor amiga,
Clara, la hermana de Lucas cuando llegué a su casa-.
-¡Carla! –le dije abrazándola-.
-Lucas, tengo ganas de ver a los
cachorritos.
-¿Cachorritos? Ya son muy grandes
–dijo Lucas riéndose-.
-Carla, ¿Te vienes? -le pregunté-.
-Claro.
Fuimos a ver a los perros, ya se
habían hecho enormes.
Estuvimos toda la tarde con los perros
y ya que Lucas tenía caballos, montamos y nos dimos un paseo en caballo. Sus
padres eran muy simpáticos y me dijeron de quedarme a cenar y acepté. Llamé a
mi padre y me dejó quedarme a cenar.
Más tarde, Lucas me dejó en su casa
con su coche.
-Oye ____, si te vas todos los días y
me dejas sola en tu casa, paso, yo me voy a mi casa que estaré mejor.
-Haz lo que quieras –le dije sin
hacerle mucho caso-.
-He llamado a mi madre y mañana vendrá
a recogerme-.dijo Lara-.
Por la mañana, Lara se fue a sus casa
y yo llamé a Lucas para que viniera a mi casa ya que mi padre no estaba y mi
madre estaba trabajando.
Estábamos en mi habitación, viendo
unas fotos de cuándo yo era pequeña, entonces oí que tocaron al timbre y fui
abajo a abrir.
***Narrado por Dani***
Hacía casi séis meses que no veía a ____, esto me destrozaba por
dentro. Aún la seguía queriendo y pensaba recuperarla fuese como fuese. Por los
conciertos y firmas no tuve tiempo de ir a su casa, pero nos dieron unas
vacaciones de Navidad.
Estábamos viviendo en un apartamento bastante grande en Madrid, los
cinco.
Cogí el avión y fui a casa de ____. Me instalé en un hotel y me
fui a casa de ____.
Toqué al timbre pero nadie respondía. Volví a tocar y me abrió
____.
***Narra ____***
Abrí la puerta y era él…era Dani.
-¿Y tu que haces aquí? –dije algo enfadada-.
-Verás, yo solo quería hablar contigo…-en ese momento vino Lucas y
interrumpió a Dani-.
-Tu eres Dani,¿no? –preguntó Lucas-.
-Si, soy yo.
-Encantado, yo soy Lucas, el novio de ____ y llevamos casi séis
meses saliendo. Se lo que le hiciste y yo sólo quiero verla feliz, así que si
te fuiste por dónde vinistes, sería mejor.
-¿Me vas a decir tú lo que tenga que hacer? –dijo Dani
enfadándose-.
-No te pongas así, no te he dicho nada malo guaperas –dijo
accentuando la palabra ‘guaperas’ y burlandose de él-.
-Mira tu te callas, gilipollas –y empezaron los dos a pelearse-.
-¡No chicos! ¡Parad! ¡Enserio! –pero no me hacían caso-.
Me metí en medio de ellos dos y los detuve.
-¿Pero que os créeis? ¡Esto no es un campeonato de lucha libre!
–dije enfadada- Ya os estáis yendo de mi casa pero ya. Y tu Lucas…no me hables
más, no te imaginaba así. Y tu Dani, ¿no te dije que no te quería a volver a
ver más? Pues ya os estáis marchando.
-Pero ____, te quiero… -dijo Lucas lamentándose-.
-Que no quiero saber nada más de ti, ¡hemos roto!
Tiré a los dos de mi casa y les cerré la puerta en sus narices.
Al día siguiente tocaron a la puerta y abrió mi padre, yo estaba encerrada en mi habitación y no estaba dispuesta a recibir visitas.
Era mi amiga, Carla. Quería hablar conmigo.
Estuvimos hablando y me contó de que Lucas estaba destrozado, que
debería de hablar con él. En un principio le dije que no, pero después le dije
que en poder, iría a hablar con él.
A la tarde, me cambié y decidí ir a su casa.
Fui a su casa y hablé con él y quedamos como amigos, lo
solucionamos todo.
A la noche, estaba cenando con mi padre, cuando tocaron el timbre
y fui a abrir.
-¿Tú? ¿Otra vez aquí? –dije en voz baja para que no me escuchase
mi padre-.
Él no me dijo nada, me cogió del brazo, cerró la puerta y me iba
alejando de mi casa.
-¿Qué haces Dani? ¡Suéltame! –le exigí y intenté soltarme de él
pero no pude-.
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