viernes, 1 de noviembre de 2013

CAPÍTULO 30

***Narra Miriam***

Me desperté, miré el móvil y eran las diez y media de la mañana. Me fijé  bien y vi que mi ropa estaba tirada por el suelo. Me di la vuelta y me pensaba que estaba durmiendo con Andreea pero no…

{…}

***Narra ____***
-Dani, despierta –dije tirándome encima de él-.
-¿Qué pasa? –se tapó con las mantas y se volvió a dormir-.
-Dani, va, despiértate –le quité las mantas- ¿No escuchas eso?
-¿Escuchar el que? –abrió a penas los ojos y cogió el móvil que estaba en su mesita al lado de la cama y vio la hora- Son las once de la mañana, dejame dormir un poco más –se tapó con la mantas y cerró los ojos-.
-Dani, ¿no lo escuchas? Se escuchan gritos que vienen de la cocina –Dani se sentó en la cama y nos quedamos en silencio, se escuchaban unos gritos perfectamente-.
-¿Y esos gritos? –preguntó Dani extrañado y nos quedamos mirando la puerta de la habitación-.
-No lo sé.
-Vamos a ver que pasa.

Nos dirigimos a la cocina, cuando supimos de dónde venían los gritos, Dani y yo nos paramos en seco en la puerta de la cocina.

-Pero a ver, que no fue mi culpa. Joder, entiéndeme.
-¿¡Qué no fue tu culpa!? –le gritó-.
-Pero…
-Eres una guarra de mierda –le interrumpió- ¿Cómo se te ocurre hacerme esto? Nos conocemos desde pequeñas y te quería mucho y ahora enterarme de esto…Enserio, no me lo imaginaba de ti. Eres una zorra.
-Rocío, te has pasado. Deja que Miriam te lo explique –le exigió Evelyn-.
-¿Qué? ¿Qué me explique el que? ¿Qué hacían ayer por la noche? Eso ya lo tengo bien claro, y lo que también tengo claro es que esto no se lo perdono –Rocio fulminó a Miriam con la mirada-.
-Perdona, pero a mi no me llames zorra. Que para zorra tú, guapa. Si no me quieres creer pues allá tú, tu sabras lo que haces. Paso de dar explicaciones a una gilipollas como tú –dijo Miriam muy cabreada-.
-¡Hablar como personas decentes y no como unas niñas de diez años! –les dijo Alvaro-.
-¿A esta le llamas tú persona? Já –se burló Miriam-.
-¿Qué me has dicho? –Rocio se enfadó aún más y intentó darle un puñetazo a Miriam pero Dani enseguida le cogió de los brazos y se lo impidió. Después Miriam tuvo la intención de hacer lo mismo y antes de que le pegara a Rocio, Alvaro también se lo impidió.

-¿Dónde está Carlos? –me enfadé. Evelyn me miró y notó que estaba muy enfadada. Nadie respondió- He dicho, ¿Qué donde está Carlos? –les grité. Alvaro y Evelyn se miraron confusos-.
-Está en su habitación –dijo Alvaro y enseguida di media vuelta y me dirigí a su habitación- Pero ____, no lo tomes a mal con él –me dijo Alvaro desde la cocina, pero no le hice caso-.

-¿Me puedes explicar que has hecho? –abrí de golpe la puerta y me paré delante de Carlos con los brazos cruzados. Él me miró y se quedó callado- Carlos, te estoy hablando –me enfadé-.
-¿Y tu quién eres? Porque no pareces ser la misma, no pareces ser ____. Si fueses ____ ahora mismo me estarías apoyando o algo, digo yo…-bajó la mirada-.
Me quedé callada, sin saber que decir. ‘Joder, tiene razón’ me dije a mi misma. Aunque tampoco iba a darle la razón sin saber lo que había pasado.
-Está bien –me senté en la cama a su lado y suspiré- Explicame que ha pasado. Él me miró y bajó la mirada-.
-Cuando os fuistéis vosotros, al poco rato se fueron David, Alvaro y Andreea y pues Miriam y yo nos quedamos solos en la disco. Nosotros al rato, nos dimos cuenta de que ellos se habían ido.  Estábamos en la barra haciéndonos un cubata tras otro y pues claro está que acabamos como acabamos por el alcohol.
-Ahora lo entiendo todo -recapacité-.
-Al fin, alguien me cree –nos quedamos en silencio- ¿Te puedo pedir un favor?
-Claro, dime.
-Habla con Rocio y dile todo lo que ha pasado, por favor; o al menos, que no se enfade con una de sus mejores amigos por mi culpa.
-Carlos, no es tu culpa. Son cosas que pasan sin darte cuenta y que no puede evitar.
-¿Tu crees? -asentí con la cabeza- Joder, tu si que eres una buena amiga. Gracias, enserio. –me abrazó-.
-No las des. Ahora mismo hablaré con Rocio –salí de la habitación y por suerte ya no estaban discutiendo.  Pregunté por ellas y cada una estaba en una habitación, por separado-.

-¿Puedo pasar? –dije tocando la puerta. Rocio estaba sentada en el suelo, al lado de la cama. Ella se quedó callada sin decir nada y entré por mi cuenta- Sólo quiero hablar contigo…
-Por favor vete, no quiero enfadarme contigo también.
-No me voy de aquí hasta que te explique lo sucedido –le dije muy seria. Carlos me había pedido que por favor te lo dijera y así haré -se quedó callada- Primero que todo, ¿porqué te enfadas con Miriam? Quiero decir, a ver, no se si me explico. Ellos dos son libres de hacer lo que quieran.
-¿¡Qué por qué me enfado con Miriam!? –alzó la mirada y me miró- Llevo años enamorada de Carlos, ¿me entiendes? Años –remarcó la palabra 'años'- Y ella lo sabía. Y ahora que lo tengo tan cerca, va y…Es que joder, que mi mejor amiga me haga esto…puf…-bufó-.
-Pero Rocio, no es como tu te piensas…
-¿¡Que no es como yo me pienso!? –me interrumpió- Tu no sabes como me siento ahora mismo, nadie me entiende –se puso a llorar-.
-Rocio, dejame que te explique las cosas –me agaché y me puse a su altura- Hasta que no te lo cuente no voy a salir de la habitación –se secó las lágrimas- Al rato de irnos nosotros de la discoteca, se fueron Alvaro, David y Andreea y sin querer, se dejaron a Carlos y a Miriam. Cuando llevaban bastantes cubatas, se dieron cuenta de que los demás se habían ido y entonces ellos se fueron a casa. Y pues por el alcohol, pasó lo que pasó. Nada más.
-¿Enserio? –dijo alzando la mirada-.
-Enserio. Te lo he contado tal y como me lo ha contado Carlos –le abracé para tranquilizarla-.

-¿Carlos? -dije pasando a la habitación. Él en cuanto me vio, se levantó de la cama-.
-¿Que te ha dicho Rocio? -dijo impaciente-.
-Me ha costado pero al final se lo he contado. Supongo que ya no estará enfadada.
-¿De verdad? Gracias -me abrazó-.
-Los amigos están para lo bueno y lo malo -le sonreí-.
-Por cierto, te tengo que contar una cosa.
-¿Qué cosa? -le miré alzando una ceja-.
-Bueno, ya te la contaré -sonrió-.
-No te comportes como un niño pequeño y dimela, que me he quedado con la intriga -le puse cara de pena-.
-Que no -se rió- ya te la contaré, no seas impaciente.
-Tonto -le pegué flojo en el brazo- Al menos dime alguna pista...
-Vale -se quedó pensativo- Va sobre alguien, bueno, más de alguien.
-¡Ahora tengo más intriga aún! -me reí-.
-Me dijiste que te diese una pista, pues ahí la tienes -dijo sacándome la lengua- ya te la contaré en su momento.

Sólo asentí con la cabeza, me moría de ganas por saber que era lo que me tenía que contar pero en fin, tendría que esperar a que me lo contase.


***Narra Dani***
Mientras todo esto había pasado, sin darme cuenta no había ni comido. Tenía un hambre…
-Oye, tengo hambre –me froté la barriga-.
-Y yo –dijeron David y Gema-.
-¿Pedimos pizzas? –sugerió Blas-.
-¿Otra vez pizzas? Ya comimos ayer…-recordó Evelyn-.
-Yo os hago la comida si queréis, se me da muy bien hacer lasañas -dijo X-.
-Yo si quieres te ayudo –se ofreció *-.

Ya llevaban más de media hora metidos los dos en la cocina, ¿qué estarían haciendo? Seguía teniendo hambre…
Me acerqué a la cocina para ver lo que estaban haciendo. Estaban tonteando los dos.

-Pero que tonteo lleváis –dije haciendo una sonrisa pícara-.
Los dos se giraron y se pusieron rojos.         

-¿Quiénes están tonteando? –dijo ____ poniéndose a mi lado-.

6 comentarios:

  1. Me ha encantado, cada capitulo me gusta mas, jajaja es super bonito, sigue lo.mas pronto k puedas. Gracias besos

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    1. Graacias! Subiré el próximo capítulo en cuando pueda :) Un beso!

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  2. Sigue rapido que estoy enganchada

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    1. Subiré el próximo capítulo lo antes posible que pueda :) Un beso!

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  3. Quería decirte que te he nominado a los premios "Liebster Award"
    Tienes toda la información de esto en mi blog en la ultima entrada -> http://ingnorandoalamor-auryn.blogspot.com.es/

    ¡Enhorabuena!

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